EL RIO RECONQUISTA, ANTERIORMENTE RIO DE LAS CONCHAS, EL DETERMINANTE GEOGRAFICO MAS IMPORTANTE DEL PARTIDO DE ITUZAINGO
El río de las Conchas fue el determinante geográfico de mayor magnitud de nuestra zona. Primeramente, fue la frontera de las sementeras con las del ganado, y siempre, el primer obstáculo serio que detenía el camino del Oeste, sobre todo en épocas de lluvias. De allí la importancia fundamental que tuvo la construcción del Puente por Pablo Márquez, entre 1771 y 1773, siendo como se dijo el “propio” más preciado del Cabildo de la Ciudad, por décadas, y la puerta Oeste de Buenos Aires.
El curso del río ha sido dividido en tres tramos. El superior o cuenca alta, desde sus nacientes hasta Paso del Rey, en el que se incluyen los 228 brazos que recogen los escurrimientos de los campos de Pilar, Las Heras, Mercedes, Marcos Paz; el curso medio, desde Paso del Rey hasta su confluencia con el arroyo Morón; el curso inferior, desde este punto, hasta su desembocadura en el tramo deltaico del Luján por los brazos Tigre y Reconquista y el canal aliviador Guazú-Nambí (oreja grande).
La cuenca alta se halla integrada por los arroyos de La Choza con su afluente el Arias, y por el Durazno, alimentado con los escurrimientos del Mostaza y del Eulalia, los que al reunirse forman el Reconquista, que a poco andar recibe el aporte del arroyo La Horqueta, más conocido por Lavallén en mérito a su cañada de origen.
En el reparto de tierras realizado el 24 de octubre de 1580, por el general Juan de Garay, reciente fundador de la ciudad de la Trinidad y puerto de Santa María de los Buenos Aires, se mencionan por primera vez el “riachuelo de las Conchas”.
Aunque parezca obvio explicarlo, nos dice Aguirre en su diario de Viaje que “toma el nombre de una gran cantidad de conchas que realmente se crían en sus orillas”.(1) Almejas amarillas, caracoles de río y bancos de conchillas fósiles fueron las características de nuestro río. Existieron en cantidad hasta exterminarlos la polución de las aguas en las últimas décadas, quedando reducidos a las nacientes, como un recuerdo del pasado.
Como un dato imprescindible para los viajeros de fines del siglo XVIII, Aguirre nos agrega que: “El terreno de sus orillas es bajo y expuesto a las inundaciones del río y solo con buenos días se puede andar”.
Para cruzarlo, se habilitaron pasos utilizando vados naturales, donde las barrancas permitían la bajada y el lecho del río era firme. En nuestra zona tuvimos el “Paso del Rey”, cercano a la capilla de Merlo, de la que venía en línea directa el camino oficial de los terrenos hasta el Norte; el “Paso del Cañón”, denominado así por el arma que servía de mojón en la ribera derecha del río y que determinaba el deslinde de suertes de estancia de los Reverendos Padres Jesuitas, luego de las Temporalidades y las de Francisco de Merlo, luego de los Mercedarios y a su tiempo también de Temporalidades (hoy Lago del Bosque); el Paso de Blas Martínez, donde se construyó el Puente de Márquez; y hoy fuera del Partido de Moreno, el “Puente del Paso de Morales” (hoy Ruta 8); el “Paso de la Virgen” y el de “Diego López” (hoy Ruta 9).
Un hecho sin precedente s fue el trazado e inauguración del Ferrocarril, llegando a nuestra zona en 1859. Para ello debió construirse un puente de tres bocas sobre nuestro río, obra para entonces de gran envergadura y que estuvo a cargo del arquitecto francés Víctor Davout.
El puente fue inaugurado junto con la prolongación del Ferrocarril, el 12 de abril de 1860. El periódico “El Comercio del Plata”, en su crónica sobre el acontecimiento, decía del río: “Tan soberbio para arrastrar en sus aguas mil vidas y que tan humilde se deslizaba bajo nuestros pies, avergonzado de su debilidad ante la inteligencia del hombre, que se burlaba de los elementos que nos bastan para contener el impulso de su ambición para dominarlo todo”.
Este puente fue reemplazado por el de hierro, que aún presta servicios, cuya figura integra el escudo de Paso del Rey, y que fue obra del ingeniero Julio Ringuelet, de 1890.
Sobre el río habían construido el histórico “Puente de Márquez”, en 1771 y habilitado en 1773, el segundo de la Provincia, cuyo emplazamiento fue declarado “Lugar Histórico Nacional” en 1964; el primitivo del Cascallares, el “Puente Falbo” y el “Puente Roca”, los tres reemplazados por modernas construcciones.
Nuestro río sirvió de límite a las tierras de sementeras con las de ganadería, desde 1755 a la jurisdicción del Cabildo de Luján con el de Buenos Aires, y en 1865 al Partido de Moreno con Morón, hoy Ituzaingó, Merlo y Marcos Paz; y por uno de sus afluentes, la Cañada de Alvarez, con General Rodríguez.
Veamos las diferentes maneras en que fue conocido nuestro río y puente, a través del tiempo. En 1805 se redactó un informe de la comisión formada para “descubrir el mejor y más recto camino para viajeros a las Pampas y de éstas a Buenos Aires”, hasta llegar a Concepción del Chile. Se dice al salir de nuestra capital: “Desde la Ciudad de Buenos Aires, hasta el Estero de Marquez, 6 (leguas). Desde el Estero de Márquez hasta Luján, 11” (leguas) (2)
Francisco Javier Muñiz en 1842 nos afirma al respecto: “El río Márquez… corre… desde la confluencia de la Choza y del Durazno, que lo forman, hasta entrar en el Paraná con el nombre de río de las Conchas”.(3)
En una crónica descriptiva del Partido de la Villa de Luján, evidentemente tomada de la fuente anterior, aparecida en el Registro Estadístico del Estado de Buenos Aires, Nº 3 y 4 del último semestre de 1854, se dice al referirse a los ríos que le pertenecen: “Tiene dos ríos denominados, el primero, de Márquez (sic), distante nueve leguas de la Villa, y el otro, de Luján…” Antes había dado por límite con el Partido de Morón, al “Río de Márquez”. Evidentemente el nombre de nuestro puente superó al de las Conchas.
En los números 7 y 8 del segundo semestre de 1855, al referirse a la “Hidrografía de los campos de Buenos Aires”, nos dice: “Inmediatamente de Buenos Aires a la Villa de Luján, fuera de algunas cañadas, que recogen aguas llovidas, se halla a las 7 leguas el Puente de Márquez, que está sobre un arroyo, por lo general de poca agua y muy fangoso, que tendrá unas 20 varas de ancho; desagua en el Paraná por el pueblo de las Conchas, de donde toma su nombre”. El primero no desemboca en el Paraná, sino a través del río Luján (4) y no tomó el nombre de dicho pueblo, sino al revés, que el pueblo tomó su nombre del río de las Conchas.
El arroyo más importante del Partido de Moreno es el de Las Catonas, numerosos brazos se extienden en todo el territorio, para derramar sus aguas  en el cauce principal que desemboca en el río Reconquista. Su denominación nos parece obscura por el momento. En la descripción que el Registro Estadístico hace del Partido del Pilar en 1854, se dice de los arroyos que lo cruzan en distintas direcciones: “…denominados Cotorras y Tunas, que desaguan en el río de las Conchas…”, etc.  Se refieren a Las Catonas, que bien puede derivar de cotorras. Aunque en épocas de Rosas se lo mencionaba como Catonas, podría derivar de “catita”, nombre vulgar de las aves chillonas que viven en la región, y de allí, presuntamente, a Catonas. Pudo haber sido también el fruto de una mala copia de un topógrafo. Este arroyo sirvió de límite entre las jurisdicciones de Luján y Pilar, hasta la creación del Partido de Moreno en 1864.
Por otra parte, el arroyo Las Tunas desemboca en el río Luján y no en el Reconquista.
En los campos de Alvarez, se menciona el Arroyo del Sauce. Como afluente del arroyo Las Catonas, está el arroyo de los Perros, que bien pudo haber sido de los Berros, por haberse comercializado dicha hierba acuática en el siglo XIX; sin dejar de recordar la plaga que fueron en la Colonia los perros cimarrones. En San Miguel existe otro arroyo de los Berros, antes de Navarro, que desemboca en el Reconquista, en la zona de Bella Vista.
Como dato curioso, debemos recordar el proyecto de navegabilidad del río Reconquista, de la época de Rivadavia, que se intentó reflotar antes y durante 1884, intentando unir el Matanzas-Riachuelo con nuestro río, haciendo de Buenos Aires una isla. Dice el Dr. Miguel Navarro Viola, el 14 de abril del citado año, al entonces gobernador de la Provincia Dr. Carlos D Amico; como vislumbrando un sueño: “Trazando una línea en la vasta costa sobre el canal a construirse desde el Riachuelo al Tigre, pronto lo veríamos llenarse de muelles, respondiendo al rápido movimiento fluvial que se desarrollará en ambas orillas, creando una incalculable prosperidad…”.
Este proyecto rivadaviano habría hecho realidad física el de la federalización de la zona hasta nuestro Puente de Márquez.(5)
El río de las Conchas cambió su nombre por el de Reconquista, por Ley Provincial Nº 5759 del 1º de julio de 1954, promulgada el 8 del mismo mes, en recuerdo del desembarco en 1806 de las tropas comandadas por D Santiago de Liniers, en el puerto del Tigre, denominación que por la misma Ley tomó el partido de las Conchas. El río, por la citada Ley, es “Río Reconquista”, y no “de la Reconquista”, como se menciona en algunas publicaciones.
El río tuvo siempre frecuentes crecidas o avenidas, que fueron de graves consecuencias, en la medida que avanzaron los loteos en ambas orillas.
Para pelear éstas, a veces, verdaderas catástrofes, se construyó en las nacientes del río “la Presa de regulación, Ingeniero Carlos F. Roggero”, inaugurada en 1971, la que se ha convertido en un lugar preferido para el miniturismo.

NOTA: Las orillas del río fueron siempre, antes de la escandalosa polución de sus aguas, lugares preferidos para reuniones de familias, de pasantes, de obreros de determinadas profesiones; sobre todo en épocas de verano. En todas las estaciones eran frecuentadas por numerosos pescadores. Existieron también, numerosos recreos en Cascallares, La Porteña, Paso del Rey, Villa Zapiola, Puente Márquez (Recreo de Jurado) y Puente Roca (Balneario Puente Roca).

Fuentes:
Profesor Juan Carlos Ocampo. “Historia de Moreno y Paso del Rey”.

David Kuczynski. “El Reconquista”. Cronología de un río cercano.